Cambios Urinarios Durante el Embarazo

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  1. Frecuencia urinaria

 

Puede aumentar las idas a orinar desde las 6 semanas de embarazo. Los cambios hormonales con mayor flujo de sangre hacia los riñones y el procesamiento de más fluido extra produce llenado continuo de orina a la vejiga comprimida. Tanto la frecuencia como el volumen orinado aumenta durante el embarazo. La urgencia al orinar se reduce durante el segundo trimestre y reaparece en el tercero.

Para reducir la frecuencia urinaria se recomienda:

  • No tomar bebidas que tengan efecto diurético como café, té y alcohol
  • Cuando orine, se incline hacia delante para facilitar el vaciamiento completo de la vejiga
  • No debe restringirse los líquidos, es importante una adecuada hidratación durante el embarazo, se puede aumentar la ingesta de agua durante el día y suspenderlo 3 horas antes de ir a acostarse
  • Tener una agenda para orinar al menos cada 3 horas y antes de acostarse a dormir

 

  1. Hidronefrosis e hidrouréter

 

Los riñones aumentan de volumen un 30% ó 1 a 1.5 cm durante el embarazo.  La tasa de filtración glomerular (función renal) aumenta un 50% por lo que se reduce los niveles de creatinina y urea en sangre.

Tanto por el efecto de la progesterona como la compresión mecánica de los uréteres, se dilata la pelvis y sistema colector del riñón causando hidronefrosis. Esta dilatación es de predominio derecho, aparece hasta en el 80% de las embarazadas, se pueden ver los cambios en ultrasonido al segundo trimestre y no se resuelve hasta las 6 a 12 semanas postparto.

 

  1. Infección de vías urinarias

 

Existe 5% de presencia de bacterias en orina (bacteriuria) en la embarazada no asociado a síntomas. La incidencia de infección urinaria durante el embarazo es del 8% y está asociada a labor de parto prematuro y bajo peso al nacer. Los cambios fisiológicos normales de la gestación las hacen más susceptibles a estas infecciones.

 

La dilatación del sistema colector contribuye al enlentecimiento del flujo urinario que conlleva a 40% mayor riesgo de infección en el riñón (pielonefritis) en la embarazada con bacteriuria asintomática en comparación a la no embarazada. El músculo liso de la vejiga se relaja reduciendo el tono muscular con aumento de su volumen conllevando a mayor residuo de orina e infección urinaria.

 

  1. Incontinencia urinaria de estrés

 

Durante el tercer trimestre, a medida que el bebé gana peso, hay mayor presión sobre los músculos del esfínter o control urinario. Es común el escape de orina hasta el 65% de las embarazadas con tos, estornudo, risa o al levantar peso. Generalmente se resuelve a las 6 semanas post-parto. Realizando los ejercicios de Kegel desde temprano en el embarazo se mejora el tono muscular para contrarrestar esta presión sobre el piso pélvico.